Empecemos con un rápido recordatorio de lo que es la normativa medioambiental 2020, también conocida como RE2020. Es la sucesora de la RT2012 e incorpora nuevos requisitos en materia de rendimiento energético y medioambiental para los nuevos edificios.
La normativa medioambiental 2020 ha tenido un impacto significativo en la supervisión de obras en muchos sectores industriales. Esta normativa se ha introducido para mejorar la protección del medio ambiente, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y promover prácticas más sostenibles en los sectores de la construcción y las obras públicas.
Uno de los principales aspectos de esta normativa es la necesidad de aumentar la supervisión de las obras para garantizar el cumplimiento de las normas medioambientales. Las empresas del sector de la construcción deben ahora cumplir requisitos más estrictos en materia de gestión de residuos, preservación de los recursos naturales y reducción de su huella de carbono.
RT2012 y RE2020 son dos normas reglamentarias francesas que regulan la construcción de edificios nuevos. Sin embargo, difieren en sus objetivos y ámbitos de aplicación:
RT2012 se centraba en la eficiencia energética de los edificios nuevos. Su principal objetivo era limitar el consumo de energía primaria de los edificios imponiendo umbrales que no deben superarse en calefacción, aire acondicionado, producción de agua caliente sanitaria e iluminación.
La RE2020 va más allá del mero rendimiento energético al incorporar criterios medioambientales más amplios. Considera toda la huella de carbono de los edificios a lo largo de su ciclo de vida, incluida la fabricación de materiales, la construcción, el uso y la deconstrucción. Además del rendimiento energético, tiene en cuenta la huella de carbono, la gestión de los recursos y otros aspectos medioambientales.
Centrada principalmente en el consumo de energía, la RT2012 impuso límites precisos a las necesidades de calefacción, refrigeración e iluminación. Evaluó el rendimiento energético del edificio utilizando un enfoque basado en el consumo de energía.
Además del rendimiento energético, la RE2020 incorpora una visión global del impacto medioambiental. Considera todo el ciclo de vida del edificio, teniendo en cuenta su huella de carbono, el uso de recursos naturales y la gestión de residuos, y fomenta el uso de energías renovables.
La RT2012 se basaba en indicadores de consumo de energía primaria y de necesidad bioclimática para evaluar el rendimiento energético de un edificio.
La RE2020 amplía el método de cálculo introduciendo nuevos indicadores que tiene en cuenta todas las emisiones de gases de efecto invernadero del edificio a lo largo de su ciclo de vida.
Estas diferencias muestran un cambio significativo en los requisitos y objetivos, pasando de una normativa centrada en la energía a un enfoque más holístico que tiene en cuenta la huella medioambiental global de los edificios.
En 2024, la plena aplicación de la RE2020 debería estar en marcha, o incluso ya operativa en algunos proyectos de construcción. He aquí algunos impactos probables para este año:
La RE2020 afecta principalmente a las viviendas nuevas en Francia, como :
Viviendas unifamiliares: los edificios de viviendas unifamiliares están incluidos en la normativa RE2020. Las nuevas viviendas unifamiliares deben cumplir los criterios energéticos y medioambientales establecidos en esta normativa.
Pisos: los edificios residenciales que comprenden varios pisos o unidades de vivienda, destinados al alquiler o a la propiedad, también están sujetos a las normas RE2020. Esto incluye los nuevos complejos de apartamentos.
Viviendas sociales: la construcción de viviendas sociales, cuyo objetivo es proporcionar una vivienda asequible a personas con ingresos modestos o precarios, también debe cumplir los requisitos de la RE2020 cuando son nuevas.
Residencias de estudiantes o turísticas: los edificios destinados a alojar a estudiantes, veraneantes o turistas deben cumplir las normas RE2020 si son de nueva construcción.
Las autoridades podrían reforzar los programas de sensibilización y formación de los profesionales de la construcción. Esto podría hacerse a través de iniciativas como seminarios, formación especializada, guías prácticas o recursos en línea para ayudar a arquitectos, ingenieros y contratistas a entender y aplicar las normas RE2020. Estos programas también podrían incluir estudios de casos, ejemplos de buenas prácticas y herramientas para evaluar el cumplimiento de los requisitos normativos por parte de los proyectos.
Para garantizar el cumplimiento de las normas RE2020, podrían reforzarse los mecanismos de seguimiento y control. Esto podría implicar la introducción de procesos de certificación más rigurosos, inspecciones in situ para comprobar que los edificios cumplen las normas, e incentivos o sanciones económicas para fomentar el cumplimiento. Las autoridades también podrían invertir en herramientas y tecnologías de control para evaluar el rendimiento energético de los edificios a lo largo del tiempo, garantizando así el mantenimiento de las normas.
La normativa podría fomentar más la innovación y la investigación en construcción sostenible. Esto podría adoptar la forma de financiación para la investigación de nuevos materiales de construcción sostenibles, tecnologías innovadoras para mejorar la eficiencia energética de los edificios o iniciativas para integrar conceptos de economía circular en la construcción. Estos avances podrían incorporarse a futuras revisiones de la RE2020 para reflejar los avances tecnológicos y los descubrimientos científicos destinados a reducir la huella de carbono de los edificios.